¿Debemos boicotear la elección judicial?
Los boicots a procesos electorales a partir de la abstención ciudadana o el voto nulo han sido exitosos en otros contextos internacionales. Sin embargo, tras revisar literatura académica o periodística relacionada, he concluido que en México no existen condiciones para que un boicot a la elección judicial pueda funcionar.
MIS PRINCIPALES RAZONES PARA NO RESPALDAR UN BOICOT A LA ELECCIÓN JUDICIAL:
(1) SISTEMA ELECTORAL EXISTENTE. El sistema electoral mexicano no es como aquellos donde se validan las elecciones con un porcentaje mínimo de participación o cuando se logra una determinada mayoría. En México se gana y se valida legalmente el proceso con un voto. Es un sistema de mayoría simple.
El sistema de mayoría simple, también conocido como el First past the post (fptp) system, es el más viejo y sencillo de cuantos existen. Cada elector tiene un voto y el candidato que obtiene mayor número de votos gana, incluso si no alcanza la mayoría absoluta. Se conoce también como sistema de mayoría relativa y en inglés como plurality system.
Ello supone un dilema en caso de boicot, traducido en que no importa cuántas personas acudan a votar por los candidatos a puestos judiciales; en cualquier caso, ganará quien logre más votos y un voto puede ser la diferencia. Lo cierto es que nos guste o no, la elección judicial ya está en la Constitución y a partir de agosto, los efectos de la reforma judicial empezarán a generar estragos que sólo pueden aminorarse si elegimos a los mejores candidatos, de preferencia los que tengan mejor trayectoria jurídica, experiencia jurisdiccional y demostrada independencia. De otra forma, los juzgadores que ganen serán afines al oficialismo y estarán subordinados al régimen en sus deliberaciones. Incluso, si se deja la toma del Tribunal de disciplina por candidatos afines al poder, se permitirá que quien sancione a los jueces sea directamente el régimen.
(2) RESPALDO DE LA COMUNIDAD INTERNACIONAL. Los boycotts electorales pueden tener cierto impacto cuando tienen apoyo internacional o lo logran a partir de mayor visibilidad en la esfera global. Para ello se requiere que la comunidad internacional realmente está preocupada a partir de condenas expresas por la existencia, construcción o permanencia de autocracias o dictaduras. Al momento, ni la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la OEA o algún organismo internacional han reaccionado duramente con medidas cautelares y parece que, al momento, ni a los Estados Unidos de América, ejemplo histórico de una República democrática, le ha importado esta mala reforma judicial, tan es así que en esa nación también se está atacando a los jueces. Algunos organismos internacionales, Universidades extranjeras o foros han empezado a visibilizar el problema, pero no con la fuerza necesaria.
(3) PROTESTA ORGANIZADA Y DE ALTO IMPACTO. Los boycotts electorales vía la abstención o el voto nulo no funcionan por sí mismos; y, sólo tienen impacto mayor cuando se acompañan de fuertes y agresivos movimientos sociales y mayoritarios en las calles y medios de comunicación. No creo que eso ocurra ni lo queremos en este momento porque ya el Gobierno ha demostrado que ni al Ejecutivo Federal ni al Congreso de la Unión, menos al gobierno de la Ciudad de México o de otros Estados les importa ejercer violencia contra estudiantes, personas de la sociedad civil o jueces que protestaron contra la reforma y que más bien fueron encapsulados o intervino presencialmente el Ejército para frenar las protestas. No queremos que nadie salga lastimado, antes tenemos que intentar otras rutas. Esto no se opone con una marcha pacífica antes o después del día de la elección; o incluso el mismo día de la elección, pero sí votando, no sólo protestando. Antes de recurrir a protestas violentas tenemos que hacer uso de todas las acciones pacíficas posibles para dar marcha atrás a la reforma judicial, pero en este momento parece que nada va impedirá que a partir de agosto lleguen nuevos jueces a partir de la elección judicial. Desde luego, hacemos un llamado a la Presidenta de la República República, al Congreso de la Unión y al Instituto Electoral para que frenen esta elección judicial plagada de inequidad y fata de certeza; pero dado que se vislumbra ni siquiera una actitud abierta al diálogo, boicotear la elección no parece la mejor idea; e incluso, la marcha de la libertad del primero de junio no parece tener aun la mejor organización o derivar de un consenso bien organizado y definido en objetivos. Quizás habrá que esperar a conocer si esta marcha se organiza mejor y se acompañará de otras acciones, pero al momento no parece que tendrá el mejor impacto en frenar la elección judicial; y quizás habría que enfocar los esfuerzos en votar, combatir legalmente los resultados en México y el extranjero y sí, también protestar de manera razonadas y a partir de estrategias probadas, no sólo protestar y boicotear producto del enojo, sino hacerlo racionalmente.
(4) LAS AUTOCRACIAS ELECTORALES SE COMBATEN POR EL VOTO. México ya tiene en los hechos lo que se denomina una autocracia electoral (esto es, una especie de dictadura que llegó al poder a partir del voto mayoritario). La cooptación del Instituto Nacional Electoral y de la mayoría del Tribunal Electoral ayudararon a una sobrerepresentación que ha permitido destruir instituciones democráticas como el Poder Judicial de la Federación o los órganos autónomos que respaldaban el Estado democrático. La autocracia electoral se está consolidando cada día o cada reforma constitucional que se ha venido aprobando para nulificar o minimizar las decisiones de los Tribunales constitucionales, disciplinar o perseguir a jueces autónomos que se ven por el régimen como opositores y ahora en breve, para silenciar o censurar a la prensa libre y en general a cualquier persona. Pero las autocracias electorales deben combatirse por la vía del voto, aun si se está ante procesos electorales fraudulentos. Participar permite denunciar internacionalmente y con evidencias las anomalías. Al menos de inicio es lo que tenemos y lo que debemos intentar. No queremos sangre ni violencia, no mientras por la vía del voto podamos frenar y revertir la autocracia que ha surgido en México.
(5) DEFENSA DEL VOTO. Muchos murieron en la historia por darnos el voto - hombres y mujeres-. Les debemos el respeto de cuando menos usarlo aun si es en una elección inequitativa. Máxime si hoy estamos internacionalmente solos o con poco apoyo y sobre todo, si el resultado de la elección sí puede cambiar el destino de la elección y elegir tantos jueces independientes y de carrera como sea posible. Ganar un asiento independiente en la Corte, o en Tribunal Electoral o el de disciplina, sí pueden hacer la diferencia con testigos en esos tribunales; y, desde luego, hay que tratar de intentar ganar espacios judiciales. Tenemos el deber moral de cuando menos intentarlo.
(6) DESTITUCIÓN INJUSTA Y MASIVA DE JUZGADORES. Hay cientos de jueces despedidos injustamente que están defendiendo lo que ya habían ganado con exámenes y carrera judicial. Acaso no vamos a hacer nada para salvarlos. En su gran mayoría son muy buenos jueces que te defendieron y que han luchado por tus derechos. Han sido injuriados desde cada mañanera y sus voceros. Una publicidad del engaño y la mentira contra los jueces se vino sembrando desde hace 7 años y la mayoría de las personas piensa que el descrédito es merecido cuando se basa en la mentira. Tenemos que salvar a los jueces de carrera y muchos de ellos dependen de esta elección. Muchos de ellos marcharon contra la reforma judicial. Acaso los vamos a dejar solos. No es un contrasentido dejar de votar y salvar a quienes te han salvado muchas veces contra el abuso de las autoridades. Es antidemocrático dejar de intentar salvarlos. Quizás estas elecciones están amañadas, pero no debemos rendirnos aun, tenemos que intentar salvar a los jueces libres, a los jueces de carrera, a los jueces que dieron todo por ti y hoy te necesitan. Algunos jueces de carrera pudieron jubilarse y están en riesgo sus pensiones, pero otros no tenían aun la edad para un retiro justo y honorable y por eso se inscribieron a la elección judicial. Por favor, no abandonemos a nuestros jueces de carrera.
(7) EXISTEN CANDIDATOS MUCHO MÁS PREPARADOS QUE OTROS. Dentro de todo lo malo de la elección judicial, existen candidatas y candidatos que valen la pena y que están luchando en sus campañas por un asiento independiente. Tenemos el deber de ayudar a esas mujeres y hombres capacitados e independientes que necesitamos en los Tribunales, evitando regalar los espacios a personas afines al gobierno que sólo serán obedientes con el régimen. Si permitimos que lleguen a ser jueces, magistrados o ministros quienes serán subordinados del poder todo estará perdido y será más difícil revertir más adelante la autocracia y la tragedia que está destruyendo al Poder Judicial Federal, el único contrapeso que quedaba al abuso de poder. No permitamos que termine de caer nuestra judicatura federal. Salvemos a los jueces de carrera o al personal que cuando menos estaba inmerso en procesos afines a la carrera judicial. Muchos secretarios de tribunal con gran experiencia lo están intentando y es casi un hecho que, si no ganan, en agosto también quedarán sin empleo. Algunos quizás no estaban aun listos para ser jueces, pero son una mejor opción que quienes no tienen vocación judicial y si afinidad con el gobierno.
(8) LA AUTOCRACIA NO DEBE CONSOLIDARSE. Debemos tratar de evitar que la autocracia se consolide y sólo con el voto podemos minimizar la victoria de la autocracia. Si ganan las elecciones jueces que no están preparados y que están subordinados al poder, en agosto próximo sufrirán quienes tengan juicios en curso y nuevos juicios. Nadie le ganará al Gobierno o será muy difícil ganar juicios de amparo contra la autoridad. Es cierto, muchos estamos enojados como sociedad con la reforma judicial, algunos frustrados o llenos de tristeza de cómo se desmorona la República, pero tenemos que salvarla y quedarnos sentados en casa sin votar no hará ninguna diferencia porque la gente afín al gobierno sí saldrá a votar, son miles de nuevos afiliados al partido gobernante quienes con sus listas tratarán de elegir a los jueces afines a su movimiento, y no les importa ser imparciales, sino sólo obedecer al poder.
(9) VOTANDO, DOCUMENTANDO ANOMALÍAS E IMPUGNANDO NACIONAL E INTERNACIONALMENTE DAREMOS MAYOR VISIBILIDAD A LA RESISTENCIA. Ir a votar nos dará elementos para seguir impugnando la elección en México y en el extranjero. Si esto será una elección fraudulenta necesitamos testigos que participen, documenten y denuncien. Si no estás de acuerdo con este proceso vota y denuncia el resultado y la falta de certeza y equidad de la elección, pero vota. Quizás después de hacerlo podrás ingresar algún recurso contra la elección, pero quedarnos en casa y no hacer nada será una tragedia. Salgamos a votar e intentemos que quien presida la Corte y tendrá dos votos en caso de empates sea alguien independiente. Que en el Tribunal de disciplina no existan magistrados afines al Estado que sancionarán a los jueces que no fallen a su favor. Intentemos al menos que sigan jueces y magistrados ya en funciones cuando existan y que cuando no lleguen personas realmente preparadas y experimentadas en la función judicial. No vetes tu voto, no vetes la elección, veta a candidatos subordinados, comprometidos o afines con el Gobierno o que estén en las listas del oficialismo.
(10) LA LEY SÍ ES LA LEY. EJERCE TU DERECHO Y CUMPLE CON TU OBLIGACIÓN DE VOTAR. Nos guste o no la reforma judicial; estemos o no de acuerdo con esta viciada, incierta e inequitativa elección, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en sus artículos 35, fracción I y 36, fracción III nos concede el derecho a votar y lo impone también como obligación. Demostremos que respetamos el Estado de Derecho y que somos fieles a la Carta Magna. Salgamos a votar y defendamos la República. Reventemos las casillas con votos no reventemos una elección que hoy está en la Constitución, nos guste o no. El Instituto Nacional Electoral está supuestamente preparado para una participación ciudadana masiva, pero lo cierto es que se ha estimado que la participación será de entre el 8% y el 15%. Pero si todos salimos a votar demostraremos que las casillas no estaban preparadas para una elección justa, porque ni siquiera tendrán la capacidad de recibirnos a todos e incluso sus sistemas y aplicaciones no resistirán una participación masiva. Demostraremos que las filas serán largas por los hasta 25 minutos que se estima tardará cada elector en llenar las boletas. Documentemos este fraude con evidencia de los acordeones que está circulando el oficialismo de por quienes votar e impugnemos legalmente la elección en México y en el extranjero; con pruebas documentales, vídeos, evidencias digitales, etc. Pero votemos, es nuestro derecho y es nuestra obligación. Cumplamos la ley y logremos cuando menos una participación nacional ciudadana en la elección que cuando menos sea superior al 60% de votación como ha ocurrido en las elecciones presidenciales; o del 50% en las elecciones intermedias. En Bélgica 88% de la ciudadanía sale a votar, intentemos lograr ese porcentaje y seguramente la elección va a caer por su propio peso. Vamos a prepararnos para la elección de 2027 y para que una mayoría de demócratas que defiendan la República puedan reinstaurarla y echar abajo la reforma judicial; vamos a prepararnos como sociedad para una revocación de mandato o para las elecciones presidenciales de 2030; pero hoy no desperdiciemos ni regalemos nuestro voto. Sí, es más fácil un boicot y quedarnos en casa; y sí, quizás es momento de protestar antes, durante y después de la elección, pero sí votemos, no vetemos nuestro voto porque aún ante una elección injusta, nuestro voto sí puede hacer la diferencia e incluso salvar en todo el país a cuando menos un juez o magistrado federal de carrera en funciones, ya habrá valido la pena para algo rescatar de la República; y que mejor, si salvamos a todas y a todos.
Recuerda que cuando caen una democracia y una República ante la autocracia difícilmente se recuperan; que como decía Abraham Lincoln un voto es más poderoso que una bala; y, que, como alguna vez dijo Susan B Anthony, alguien peleó por darte el derecho a votar, debemos usarlo; y aunque no creemos que los jueces deben elegirse por la vía electoral, sino por la carrera judicial, precisamente hoy, nuestro voto, puede ayudarnos a salvar a muchas y muchos jueces de carrera injustamente despedidos y falsamente injuriados desde el régimen.
Nuevamente llamemos al Gobierno a que cancele esta elección judicial; y luchemos para que se revierta la trágica reforma judicial, que sólo podemos ver como la más lamentable reforma constitucional desde que nació el México independiente, pero en tanto logramos tirar esta irracional reforma; usemos nuestro voto para luchar y salvar lo poco que queda de nuestra democracia, en la esperanza de poder reinstaurar a una República que estamos a punto de perder.
CONSTITUCIÓN FEDERAL
Artículo 35. Son derechos de la ciudadanía:
I. Votar en las elecciones populares;
Artículo 36. Son obligaciones del ciudadano de la República:
III. Votar en las elecciones, las consultas populares y los procesos de revocación de mandato, en los términos que señale la ley;
Bibliografía sobre boicots electorales
Election Boycotts and Hybrid Regime Survival Ian O. Smith. While major boycotts may reduce the legitimacy of the incumbent in future elections, they do not appear to reduce the legitimacy of elections as a mode of transition.
Boicotear o no boicotear elecciones en no democracias – Lecciones de Venezuela. Si el boicot no se considera como parte de una estrategia más amplia coordinada entre los principales actores nacionales e internacionales, su efectividad será baja.
Por qué los boicots electorales no funcionarán en India. Clásicamente, los boicots electorales son vistos como una herramienta contra un sistema autoritario que tiende a ser poco libre e injusto en sus procesos electorales.
Históricamente, los boicots simplemente no funcionan. En un interesante análisis de la Universidad de Binghamton, que analizó más de 1380 elecciones a nivel nacional celebradas entre 1971 y 2005. Las democracias europeas solo registraron un boicot electoral del 4,4%. Estados Unidos y Canadá no han reportado casos de boicot a nivel nacional. La tasa general de boicots electorales durante este período fue de alrededor del 10,4%, y los estados árabes registraron la tasa más alta de cualquier región, con un 21,6%. Comparemos esto con Europa, que vio una tasa de boicot de solo el 1,8%. La mayor inferencia de estos datos es que los regímenes democráticos en su conjunto no ven los boicots electorales como una estrategia empleable. Esto se debe a que la participación en el proceso electoral supera el impacto reformador que un partido desea tener en un electorado en comparación con un boicot.
El papel de los boicots electorales en una democracia. Sara Staino, 2006.
Los boicots electorales no tienen cabida en una democracia que funcione; la participación está en el centro del proceso democrático. Sin embargo, los boicots podrían tener un papel que desempeñar en una democracia que no funciona como debería y en la que la competencia justa es imposible. El problema radica en determinar en qué momento se están violando las condiciones para una elección justa hasta tal punto que se justifica un boicot. Incluso si está justificado, debe considerarse como un último recurso. En la mayoría de los casos, los partidos de oposición han llegado a la conclusión de que la participación en el proceso electoral, aunque sea desigual, es más beneficiosa que boicotearlo. Elegir estar fuera del proceso electoral es una táctica política altamente riesgosa y puede tener altos costos.
Protesta contra la contienda: boicots electorales en todo el mundo, 1990-2002. 2006. Beaulieu, Emily Ann.
este estudio encuentra una distinción entre los tipos de boicot que son pacíficos y aquellos que participan en la violencia como parte de su campaña de boicot.
LES VERTUS DU BOYCOTT ELECTORAL SOUS LA DIRECTION DE JACQUES NIKONOFF avec Thésée. Stanisos* et Ecdémos* On retiendra que le boycott, ou boycottage, est un acte collectif et politique. C'est en cela qu'il se distingue, concernant le boycott électoral, de l'abstention. Celle-ci est en effet un acte individuel qui n'a pas toujours un contenu politique véritablement affirmé.
Boycott of elections. Un boicot electoral significa negarse a votar o participar en unas elecciones como forma de protestar contra las autoridades. En lugar de emitir su voto, los ciudadanos se quedan colectivamente en casa o anulan las boletas para señalar que las elecciones carecen de legitimidad.
Nurlan Huseynov. ¿Es el boicot a unas elecciones una estrategia exitosa?
la estrategia tradicional de boicots de la oposición azerbaiyana en los últimos años no ha logrado sus objetivos y, por lo tanto, no puede considerarse una estrategia eficaz porque estos boicots no han atraído la atención internacional, no han ido acompañados de manifestaciones callejeras a gran escala que hicieran que el gobierno hiciera concesiones o aceptara reformas políticas significativas. y, en última instancia, han amenazado con hacer que la sociedad abandone los hábitos democráticos fundamentales.
Investigación: Amenazar pero participar: Por qué los boicots electorales son una mala idea
Mateo Frankel. 24 de febrero de 2010. La decisión de la comunidad sunita de no participar en las históricas elecciones de enero de 2005 es vista ahora como uno de los grandes errores estratégicos de la era post-Saddam.
Los boicots electorales no funcionan. Mateo Frankel. 3 de noviembre de 2009
¿Optar por no participar? Explicando la efectividad de los boicots electorales. A pesar de la frecuencia de los boicots electorales, hay una falta de investigación que examine por qué algunos boicots electorales son más exitosos que otros.
Cómo competir en elecciones injustas. Alyena Batura. Las autoridades bielorrusas han llegado a la conclusión, a partir de las protestas de 2020, de que su mejor opción para evitar un levantamiento popular es aplicar continuamente la represión masiva. ...Pero la brutalidad del régimen es un testimonio de la creatividad y eficacia de la oposición. Las fuerzas contrarias al régimen aprendieron que participar en las elecciones, en lugar de boicotearlas, incluso en las profundamente injustas empañadas por la violencia sancionada por el Estado, puede presentar oportunidades para movilizar protestas y demostrar solidaridad. Al final, como demostraron las continuas medidas represivas del régimen, el referéndum no pudo llenar el vacío de legitimidad dejado por las elecciones amañadas de 2020.